Ya tenemos a las ganadoras del certamen de cartas del año pasado, que no pudimos fallar por la pandemia. Los textos ganadores son los de María Sánchez, de 3ºB y Lidia Rodríguez, de 3ºA.
Estimada Esther:
Nunca imaginé que esto llegaría tan lejos, que todos los
días pensaría en esas sillas vacías, que queriendo o no, tuvimos que dejar
atrás; en los abrazos porque sí entre clase y clase, en esa mirada desganada y gélida
al empezar cada año, que se volvía cálida entre risas y unas pequeñas rabietas,
porque estamos ciegos, porque hemos pasado del invierno a la primavera mirando
las flores desde la ventana, y solo así hemos empezado a valorar, hemos
empezado a ver esos pequeños detalles, porque la vida es magia, porque tratamos
de correr en vez de bailar en la lluvia y unirnos con ella.
Sé que resulta difícil encontrar soluciones, y sobre todo
cuando hay tormentas de problemas que te convierten en ese capitán, que por honor,
decide hundirse junto a su barco, ¿pero de eso se trata, ¿no? El sacrificio nos
une, nos hace humanos, porque más que nunca hemos empatizado. Juntos salimos todos los días a las 8 para
agradecer todo el trabajo de los sanitarios; pero, a la misma vez, no niego que
la vida esté llena de gente egoísta que exige libertad durante el
confinamiento, esas personas que quieren vivir su vida como si el mundo
tuviera propietarios y fueran ellos.
Pienso que siempre se podría hacer mejor, pero no por ello
lo que habéis logrado no tiene mérito; habéis facilitado este curso escolar
para que nosotros, los alumnos, estemos más cómodos en esta situación tan
complicada que estamos viviendo, así que, muchas gracias.
Te mando un gran saludo.
María Sánchez, 3ºB
Para ti, abuela.
En esta carta quiero decirte todo lo que te echo de menos,
tanto yo como toda la familia. Toda esta pesadilla empezó el día que ingresaste
en Osuna, y nos confirmaron que diste positivo en Covid-19. Pasaban las semanas
y allí seguías tú, una mujer fuerte, valiente, que a pesar de todos tus
problemas de respiración luchaste hasta el último segundo. Estabas ansiosa por
volver a vernos a todos, poder estar en tu sofá, con tu vecina Inés en la
puerta y comiendo la comida que preparabas.
Todos los días salíamos a la ventana a aplaudir por ti y por
todos los médicos que te estaban ayudando. Todos queríamos volver a verte, pero
un 6 de abril, todo empezó a empeorar, ya que el virus estaba pudiendo contigo,
aunque tú no dejaste de luchar. El 8 de abril, te ingresaron en la UCI, pero ya
no pudiste más, y sobre las cuatro de la tarde se quedó el vacío más grande que
nos podíamos imaginar en nuestro corazón.
Por la situación en la que estamos no te hemos podido
despedir como realmente te mereces, no hemos podido volver a verte, y tampoco
pudiste tú despedirte de nosotros. Por culpa del virus, no pude decirte una vez
lo mucho que te quiero y que te querré siempre. Has sido lo mejor que nos ha
podido dar la vida.
Desde el día que te fuiste vivimos de recuerdos contigo, con
tu vecina Inés, tu hijo Óscar y tu marido, nos contamos todos los momentos que
vivimos contigo, y lo feliz que eras.
Espero que desde ahí arriba leas esta carta; también quiero
decirte que cuides desde ahí a todos tus hijos y a tu marido, que tan
destrozados han quedado tras tu pérdida.
Ya solo me queda decirte lo mucho que te quiero, y que no te
olvides de nosotros.
Te quiero, abuela.
Lidia
Rodríguez, 3ºA
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